Ser madre implica una serie de decisiones que toma una mujer en relación con la procreación. La planificación familiar, el bienestar físico y emocional de ambos y los factores socioeconómicos son conceptos que debe tener en cuenta.
La maternidad no se basa únicamente en el instinto biológico, sino en una reflexión profunda sobre las capacidades y recursos disponibles para proporcionar una vida digna y saludable al hijo.
La planificación familiar es una pieza clave, permite a las parejas decidir cuándo y cuántos hijos tener, tomando en cuenta sus aspiraciones personales, profesionales y económicas.
Responsabilidad desde la concepción
Un embarazo saludable requiere atención médica, una dieta adecuada, ejercicio y evitar el consumo de alcohol y tabaco, porque pueden producir afectaciones fetales severas. La salud materna no solo impacta el desarrollo prenatal del bebé, también la capacidad de la madre para cuidar de su hijo después del nacimiento.
Las circunstancias socioeconómicas de la madre y la familia son determinantes en la maternidad responsable. Tener un hijo implica un compromiso económico considerable, que incluye gastos en alimentación, educación, salud y vestimenta. Las mujeres deben evaluar su situación financiera y asegurarse de que pueden proporcionar un entorno estable y seguro para el desarrollo de su hijo.
Recordá siempre el valor de la comunicación durante el crecimiento, que tenga confianza y pueda expresarse libremente.
